sábado, 18 de mayo de 2013

Eurovision

Eurovisión ha vuelto a casa. A falta de una capital en el Viejo Continente y en su festival de la canción, Suecia cumple a la perfección ese papel: ha ganado el certamen en cinco ocasiones, adopta un proceso de selección llamado 'Melodifestivalen' que se convierte año tras año en el programa de televisión más visto y cuida cada una de sus candidaturas finales como si la reputación de este país casi inmaculado pudiera quedar en entredicho. Además, claro, está Abba.
Malmö, al sur de Suecia y más cercana a Copenhague que a Estocolmo, acoge esta 58 edición del Festival, que celebra esta noche su final. Los nórdicos están de enhorabuena: la sueca Loreen alcanzó la la victoria el año pasado y éste, según buena parte de las apuestas, recaerá en la danesa Emmelie de Forest, aunque la noruega Margaret Berger también tiene opciones. Islandia y Finlandia, como la anfitriona sueca, también están en la final. Escandinavia lidera no sólo en términos económicos y sociales.
"Hay un sentimiento distinto, como de buen humor, como de fiesta", asegura una de los 500 voluntarios dedicados al Festival, a los que hay que sumar 700 personas en trabajo de producción. El panorama laboral, claro, es bien distinto al de España: "Estos días trabajo para el Festival, pero mantengo mi sueldo". "Lo que más me ha llamado la atención es la Eurovision School Children", apunta un periodista sueco, acerca de una iniciativa musical para acercar también a los niños el paneuropeísmo.
En Malmö se viaje en bicicleta, se presume de agua y se insiste en el reciclado. Además, la fiesta para los 'eurofans' está garantizada, especialmente después de dejar atrás Bakú 2012, un país laico y proeuropeo, aunque de mayoría musulmana. La única pega, el precio: los vuelos se han abaratado por la cercanía, pero los gastos del día se duplican. Una victoria de la noruega puede encarecer aún más la aventura de quienes viajan según lo marca Eurovisión.
El modo de afrontar el Festival también difiere entre norte y sur. Los españoles de El sueño de Morfeo están en los últimos puestos de las predicciones de las casas de apuestas y los últimos según la quiniela elaborada en el centro de prensa, en el hay más de 1.500 periodistas acreditados, desde televisiones australianas hasta emisoras de radio mallorquinas.
El pasado año, las esperanzas en Eurovisión resurgieron entre los 'eurofans' españoles -¿'hispafans'?- gracias a la posición alcanzada por la canción de Pastora Soler, 10ª con 'Quédate conmigo', un tema de firma sueca. En los años anteriores, Europa había despreciado las intentonas españolas mientras dejaba que los Países del Este se mimaran entre ellos. Así, Soraya fue penúltima en 2010 a pesar de acudir con un tema creado en Suecia, y Lucía Pérez acabó antepenúltima en 2011 con el supuestamente saleroso 'Que me quiten lo bailao'.
Entre los favoritos de este año, parten especialmente bien colocados los ucranianos, que en 'Gravity' dan cabida a un gigante, de nombre Igor Vovkovinskiy y de estatura 2,35 metros. Su misión consiste en únicamente transportar al centro del escenario a su joven compatriota Zlata Ognevich. Cuartos en las apuestas se sitúan, una vez más en la zona noble, los azeríes. Azerbaiyán, donde Europa se confunde con Asia, sigue aprovechando sus recursos petrolíferos para perfeccionar sus candidaturas de cara a Occidente, del mismo modo que se beneficia del reparto de votos que se realiza entre las ex repúblicas socialistas soviéticas. Farid Mammadov defiende la canción 'Hold me', con unos precedentes que invitan a aprenderse definitivamente el nombre de esta nación: en 2011 ganó y en 2012 se colocó cuarta.
Mientras, en la Europa de Occidente, cree seguir mandando el 'Big Five' (España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania), que con un desembolso extra a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) se garantiza un puesto en la final. En este grupo de privilegiados destaca este año la presencia de Bonnie Tyler: la galesa, intérprete de clásicos como 'Total eclipse of the heart', abandera a sus 69 años la balada 'Believe in me'. Sin embargo, Italia está mejor posicionada en las quinielas, en su tercer año 'eurovisivo' después de desaparecer del Festival. Marco Mengoni interpreta en soledad 'L'Essenziale' y los 'eurofans' están convencidos de que este país volverá a estar en los puestos de cabeza.



 ANTIGUA GANADORA DE EUROVISIÓN           













  
             LA QUE PARTICIPARA